domingo, 27 de mayo de 2012

CIAO BERLUSCONI.

Silvio Berlusconi siempre se ha caracterizado por su ritmo de vida y su manera de llevar las riendas, esto le hizo estar en el ojo del huracán en numerosas ocasiones. Pero, la crisis, finalmente, pudo con él: la acción de la oposición en bloque consiguió que todo el país presenciara la caída de su, entonces, Primer Ministro. Berlusconi se vio obligado a darse cuenta de que no contaba con los apoyos que esperaba, con el sentimiento de haber sido traicionado por no conseguir la mayoría parlamentaria. De esta manera, se dirigió al Presidente de la República para presentar su dimisión, pero no sin antes una última condición, la aprobación de los presupuestos con las Reformas exigidas por Bruselas.



En noviembre del 2011, tras aprobarse en el Senado los ajuste exigidos por la Unión Europea, los diputados ratifican la Ley de Estabilidad que "invitaría" a Il Cavalieri a dimitir. Momentos antes, el Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, declaraba, refiriéndose a Italia, que "el país necesita reformas, no elecciones".  De esta manera, le  pone el broche final a 17 años de vida política italiana un tanto llamativa.

El sustituto de Berlusconi, Mario Monti, es un economista de prestigio, un hombre íntegro nombrado hace unos meses senador vitalicio por el Presidente de la República, Giorgio Napolitano. Se convirtió en la mejor opción para presidir un gobierno de consenso. 


Es destacable el contraste que hay entre los adeptos al nuevo Primer Ministro, que lo vitorean y apoyan, frente los contrarios al antiguo. Mientras Berlusconi presentaba su dimisión, miles de personas apludían y celebraban lo que hacía, incluso se podía escuchar tocar el "Aleluya" a alguna orquesta. 







Miriam Izdo.

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