Greece


¿Por qué está Grecia dentro de los PIIGS?

En febrero de 2010 Grecia vivía un durísimo plan de ajuste para intentar sanear las cuentas del país y recuperar la credibilidad internacional de su economía. Miles de protestas denuncian los planes del gobierno de Papandreu de recortar sobre todo salarios, pensiones y que afecta especialmente al sector público. Técnicos del Banco Central y de la Comisión Europea, así como del Fondo Monetario Internacional, inspeccionaron la puesta en marcha de esas medidas y han vigilado muy cerca que se cumplan. Los ministros de economía de la eurozona dieron un ultimátum al gobierno griego para que se empezaran a ver los primeros resultados antes del 16 de marzo de ese mismo año.

Por primera vez, un país de la zona euro rozaba el riesgo de desestabilizar la moneda única, pero también por primera vez, queda clara la voluntad de los gobiernos europeos de estar listos para el rescate. Más ajustes en los presupuestos, en los salarios y en las pensiones es lo que exige la Unión Europea a un país que debe más de lo que puede pagar y cuya deuda pública supera el 120% del PIB. Por todo ello le somete a vigilancia y le da un mes de plazo para mostrar resultados, solo un mes para comprobar que Grecia no está en un callejón sin salida. 
                           

Un sinfín de huelgas se suceden en Atenas, todo por las medidas de ajuste que el gobierno de Yorgos Papandreu anunció a principios de febrero de 2010, congelación de los salarios, subidas fiscales y aumento de la edad de jubilación a los 65 años. Papandreu, que ganó las elecciones en octubre de 2009 con la promesa de aumentar los impuestos a los ricos para ayudar a los pobres, asegura que el país no puede aguantar más huelgas y que ya no tiene tiempo para actuar a corto plazo. La sensación de angustia por la falta de tiempo se palpa en la calle.

Ya hace once años, cuando Grecia estaba a punto de incorporarse al euro, el Banco Central Europeo expresó su preocupación porque el país no podría cumplir los criterios de convergencia debido a su alto déficit público y a su índice de infracción. Décadas de corrupción política que afectó a diversos gobiernos y se agravó con los gastos y las ayudas para las obras de los Juegos Olímpicos de 2004 que aumentaron la fragilidad de su economía. Ahora se ve imprescindible la reforma de todo el sistema.

Mientras los griegos ven como sus fuentes de ingresos tradicionales como el turismo o el transporte marítimo acusan también la crisis, queda en evidencia lo que era una sospecha, que el gobierno anterior falseó y maquilló las cifras oficiales, ocultó el déficit, entonces saltó la alarma por un posible efecto contagio a otras economías europeas.

Los ministros de economía de la Unión Europea impusieron sus deberes y era Giorgios Papaconstatinou, el ministro de Finanzas griego en aquel momento, el que tenía que llevarlos a cabo. El compromiso era reducir el déficit de su país del 12,7 al 8,7 en 2010 y dejarlo en el 3% en 2012 recortando el gasto público.

Era entonces por aquel tiempo, en febrero de 2010, cuando Papaconstatinou declaraba que Grecia tenía falta de credibilidad y que la pagaban, desafortunadamente, en el mercado internacional. “Pero también existe especulación internacional”, afirmaba el ministro. Además, reconocía que ellos creían que habría estabilidad y que dependía de cómo vieran todos a Grecia, los europeos, los mercados y los ciudadanos griegos. “Hay que demostrar que lo asumimos y llevamos a cabo un difícil programa, en cuanto lo hagamos correctamente podremos obtener el préstamo internacional que necesitamos para los próximos meses”, concluía.


                         


“Un programa importante de Grecia es poder encontrar una solución a la deuda, tenemos que hallar una solución más profunda para la competitividad del país. La economía hace años que pierde competitividad en el turismo, en el transporte marítimo, es ahí donde tiene que haber inversiones, deben existir inversiones radicales. El problema es que Grecia, en este momento, no tiene estas inversiones.”, sostenía por su parte, el economista Jens Bastian.

Pero esas inversiones, en un país donde el 18% de los trabajadores son funcionarios públicos, se ven a menudo como una amenaza. Ocurrió en el puerto del Pireo, un autentico símbolo del poder económico griego de otros tiempos, el gobierno de Nueva Democracia, anterior al de Yorgos Papandreu, privatizó la gestión de sus contenedores y se la entregó a una empresa china. El propósito era en 2010 seguir adelgazando el sector público, reducir directivos y salarios y reformar el sistema de pensiones para que no quebrara en cinco años.

En la calle lo que más costaba aceptar eran las complicadas reformas fiscales entre una población que ha convivido con el fraude. Se planteó subir los impuestos a las rentas más altas y exigir facturas detalladas de gastos a los que estaban exentos, a los que tenían rentas inferiores a 12.000 euros. Lo que sí tienen claro los griegos es que hay que hacer ajustes, pero justos. Este es el enorme reto de una cultura, que como recuerdan los mejores escenarios de su arqueología, enseñó al mundo a pensar.

A Grecia se le acababa el tiempo, tenía que recuperar en pocos días su credibilidad perdida como país en muchos años. Nadie pensaba que iba a conseguirlo en un solo mes, pero en ese tiempo se tenía que ver si las columnas rotas de su economía podían servir de pilares para construir un nuevo modelo, algo que estaba por inventar, quizá por eso el gobierno griego, por primera vez, le pedía a los ciudadanos que opinaran sobre las leyes en Internet. Creó una especie de ágora virtual, porque se buscaban ideas para salvar a un país y es un esfuerzo al que todos deben enfrentarse. El 60%, según las encuestas, apoyaban las medidas del gobierno, pero debían aplicarlas.

Como una premonición sobre el cielo de Atenas pesaba también esos días la sombría situación de la economía de Grecia que reflejó su ministro de finanzas con una tremenda metáfora. Se trata, decía, de que el Titanic no se hunda, pero no se puede conseguir en un día. 


Fuente: El País y www.rtve.es

Laura C. Chiachio

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¿Qué ocurriría si Grecia sale del Euro?

Grecia vuelve a sembrar de Nuevo el terror en las bolsas europeas. Por su parte, el Eurogrupo recomienda a los gobiernos que diseñen un plan por si el país heleno sale de la Unión Monetaria, lo que hace pensar que lo peor está por llegar. Las bolsas han acelerado su caída tras las informaciones filtradas al respecto, es decir, el euro cae por segundo día consecutivo por debajo de los 1,26 dólares, con lo que acumula una pérdida superior al 4% en lo que va de mes.

¿Cómo puede afectar la salida de Grecia?

1. Caída del PIB griego un 10% adicional.

2. Caída del PIB de Europa. Si la salida de Grecia es ordenada, el PIB de la Eurozona podría disminuir un 3%. Sin embargo, si es desordenada entre el 5% en Europa.

3. Incremento de la salida de capitales de los mercados periféricos. La moda de abrir cuentas en otros países requiere cantidades superiores al medio millón de euros, comunicación al Banco de España y la asunción del riesgo de que si se rompe al euro, al ser el titular no residente, es fácilmente identificable y se pueden pactar los Estados la convertibilidad a la moneda de la nacionalidad del estado del titular y no dónde se tienen los ahorros.

4. La prima de riesgo aumenta todavía más en Italia, España y Portugal.

5. Ventas en las principales bolsas europeas y posible caída adicional del 15%.

6. Paralización del comercio mundial durante unas semanas

¿Cómo reducir el impacto de la salida de Grecia del euro? 

1. Evitar la fuga de depósitos a través de plan de garantía de depósitos.

2. A través de valoraciones independientes, se podría mejorar la confianza existente en los balances bancarios. Más transparencia en el mercado. 

3. Implementación de controles de capital. Aunque esta medida podría fragmentar la eurozona entre países fuertes y débiles.

4. El Banco Central Europeo podría comprometerse a comprar bonos soberanos con el respaldo de los gobiernos.

¿Qué hacer con nuestras inversiones? 

Decía San Ignacio que en tiempo de tormenta no hay que hacer mudanza. Si perseguimos a los mercados y cambiamos de estrategia cada dos por tres acabaremos perdiendo. Estando seguro que de que por muchos escenarios que hagamos el real diferirá sensiblemente de alguno de los previstos, he aquí unas ideas, teniendo presente que para que España permanezca dentro, es necesario un pacto de Estado entre el mayor número de partidos e instituciones y una modificación sustancial del comportamiento de todos, para que dejen de considerar a la política un modus vivendi para hacer fortuna.

Fuente: www.cotizalia.com

Laura C. Chiachio

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Cómo y por qué del cambio de Gobierno

En noviembre de 2011 se anunció que Grecia tendría un nuevo Gobierno. Un gobierno de coalición sin el hasta entonces primer ministro, Yorgos Papandreu, que trataría de hacer frente a la dura tarea de evitar la bancarrota del país con una crisis que ya había traspasado las fronteras de las finanzas y se había extendido al ámbito político y social.

La deuda, en el trasfondo de la crisis
Se cumplen ahora dos años desde que las agencias de calificación rebajaran la nota de la deuda griega que provocó el desplome de la Bolsa y los bonos helenos. Corría el mes de diciembre de 2009 y ya entonces la Comisión y el Banco Central Europeo instaron al país a tomar medidas. Sólo un mes después, un informe de la Comisión acusa al Estado griego de irregularidad sistemática en el envío de datos fiscales a Bruselas. El 3 de febrero, la Unión Europea aprobó el plan de austeridad griego y prometió seguir de cerca los pasos del Ejecutivo.

El mecanismo de rescate
El 25 de marzo de 2010, los países de la zona euro acordaron el mecanismo para proceder, si fuera necesario, al rescate financiero de Grecia. Un mes después, Standard and Poor’s rebajó la deuda griega a bono basura y aumentaron las dudas sobre la solvencia del país. De forma paralela, crece el temor de que la situación se contagie a otros países de la unión monetaria y el euro cae hasta el nivel mínimo en un año.

El 29 de abril, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, responsabilizó a los gobiernos anteriores de la dramática situación del país: la deuda pública supera el 115% del PIB y el déficit público en 2009 asciende hasta el 13,6% del PIB.

Ayudas y reformas
Los problemas de la economía griega fueron en aumento y la eurozona decidió aprobar un préstamo al país de 110.000 millones de euros para 2010-2012, del que el FMI aportó 30.000 millones. A cambio, el Gobierno griego dio luz verde a un programa de reformas de las pensiones que también contempla la ampliación de la jubilación y el periodo de cotización para acceder a la pensión completa. Hacia finales de año, el 23 de noviembre, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional aprobaron el tercer tramo de ayuda a Grecia, poco después de conceder el segundo.

Huelgas generales
2011 comienza como acabó el año anterior, con una huelga general el 23 de febrero. En los doce meses anteriores, la sociedad griega, con un alto grado de descontento sobre lo que estaba sucediendo con sus finanzas, había protagonizado hasta ocho paros generales. En alguno de ellos, la crispación desembocó en importantes actos de violencia. Mientras tanto, el Ejecutivo nacional siguió trazando planes de austeridad y de recortes. 

El 23 de mayo, el Gobierno aprobó nuevas medidas para ahorrar 28.000 millones de euros hasta 2015 y privatizaciones para conseguir otros 50.000 millones adicionales.
Entre otras medidas figuran la reducción del número de funcionarios y de sus sueldos, la congelación de las pensiones, la reducción de organismos públicos, la venta de empresas o la subida de impuestos. El movimiento de los “indignados” toma el centro de Atenas.

Segundo rescate
El 21 de julio de 2011, los líderes de la eurozona acordaron un segundo rescate por 109.000 millones de euros, en el que también participó el sector privado. Ninguna ayuda parecía ser suficiente. La situación de Grecia empeoraba por momentos y el Gobierno reconocía, el 2 de octubre, que no cumpliría los objetivos de déficit. Los organismos europeos e internacionales continuaban estudiando cómo poner freno a la caída helena.

Acuerdo global en la eurozona
La Eurozona alcanzó un pacto global que sería definitivo para el rescate de Grecia y para su permanencia en el euro. Los líderes de los países que pertenecen a la moneda común pactaron con los bancos internacionales la condonación de la mitad de la deuda griega, así como aumentar la contribución al rescate de la república helena en 30.000 millones de euros. De esta forma, la aportación pública (a través del fondo de rescate) sería en total de 139.000 millones. A cambio, el Gobierno de Yorgos Papandreu tendría que llevar a cabo nuevos recortes y privatizaciones.

La sorpresa del referéndum
La noticia del acuerdo global de la Eurozona aportó cierta calma al Ejecutivo griego y supuso una inyección de confianza en los mercados. Pero la calma apenas duró unos días. El tiempo que tardó Papandreu en anunciar su intención de someter a referéndum la nueva hoja de ruta europea para el rescate heleno y convocar una moción de confianza que tendría lugar el viernes 4 de noviembre.
 
La cumbre del G-20
Tras el anuncio, las alarmas saltan en el corazón de Europa, que en la misma semana acogía la cumbre de los líderes del G-20. Desde el primer momento, la situación de Grecia se convierte en protagonista. La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolás Sarkozy convocaron una reunión de urgencia con Papandreu para tratar de convencerle de que diera marcha atrás en su intención de celebrar el referéndum. Lejos de conseguir su objetivo, el primer ministro griego aseguró tras la reunión que la consulta tendría lugar el 4 ó 5 de diciembre. Merkel y Sarkozy amenazaron: “Grecia no recibirá más dinero en concepto de ayuda hasta que no despeje todas las incertidumbres”.

Para ese momento, el Gobierno de Papandreu ya estaba sumido en una crisis interna por la que se cuestionaba, incluso, que sus compañeros de filas le apoyaran en la moción de confianza.

Marcha atrás
A sólo un día de la cita definitiva en el Parlamento y ante las presiones internas y externas, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, confirmaba de forma oficial que no habría referéndum sobre el rescate. Sólo un día después, Papandreu “sobrevive” a la moción de confianza que él mismo planteó, con 153 votos a favor y 145 en contra.

Negociaciones para un nuevo Gobierno
Tras conseguir el respaldo, Papandreu prometió iniciar al día siguiente conversaciones para formar un gobierno de unidad nacional (incluso no encabezado por él).

Dos días después, el presidente griego, Karolos Papoulias, recibió a Yorgos Papandreu para sentar las bases del posible nuevo Gobierno, en el que sería fundamental el consenso para evitar la convocatoria de elecciones anticipadas. Esta tarea se antojaba complicada por la posición de Antonio Samaras, el líder de Nueva Democracia, que con sus 85 escaños es el principal partido de la oposición. Samaras pedía la dimisión de Papandreu y, a cambio, proponía la puesta en marcha de un Ejecutivo de tecnócratas que aprobara en el Parlamento el plan de rescate y convocara inmediatamente elecciones generales.

Papandreu era contrario a esta propuesta. Sin embargo, y tras un día de frenéticas negociaciones entre el Ejecutivo griego y los partidos de la oposición, el acuerdo llegó. La Presidencia helena anunciaba que se había "llegado al acuerdo de formar un Gobierno que lleve a elecciones inmediatas".

Gobierno de coalición sin Papandreu

Samaras y Papandreu volverían a reunirse para designar un nuevo primer ministro y la composición general del Gobierno.

El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, anunció su dimisión el 5 de noviembre de 2011 y la intención de formar un gobierno de unidad nacional con  Antonis Samarás. El objetivo del nuevo gobierno de coalición era aplicar las pautas acordadas en la cumbre europea y la convocatoria de elecciones anticipadas tras un período determinado de tiempo.

Papandreu se reunió con la oposición con el propósito de tomar las medidas necesarias para iniciar el fin de la crisis política griega. El recién estrenado Ejecutivo debería hacer frente al préstamo de las ayudas recibidas así como negociar las condiciones del nuevo plan de ayuda.

El exvicepresidente del Banco Central Europeo Lucas Papademos, fue el elegido por Papandreu y Samaras para encabezar el nuevo gobierno griego de unidad nacional hasta las elecciones que se celebraran el 19 de febrero.

Además, el nuevo Ejecutivo lo integran 49 miembros entre los que se encuentran, sobre todo, miembros del partido socialista PASOK, junto con seis representantes del conservador Partido Nueva Democracia (PND) y cuatro integrantes de la más pequeña y derechista Reunión Popular Ortodoxa (LAOS) que se unieron al gobierno por primera vez.

Por su parte, Evangelos Venizelos conservó su cargo de viceprimer ministro y ministro de Finanzas. Theodoros Pangalos, otro miembro clave del PASOK, partido que tiene la mayoría parlamentaria, también seguirá siendo viceprimer ministro. El vicepresidente del PND, Stavros Dimas, excomisionado de la Unión Europea para Medio Ambiente, fue nombrado nuevo ministro de Relaciones Exteriores, y el segundo vicepresidente del PND, Dimitris Avramopoulos, será el nuevo ministro de Defensa Nacional. El legislador Mavroudis Voridis, del LAOS, será el nuevo ministro de Infraestructura, Transporte y Redes. Y por lo demás, la mayoría de los ministros del ex primer ministro Yorgos Papandreu conservaron sus carteras.

Fuente: El País, ABC, www.rtve.es

Laura C. Chiachio



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La indignación griega

Cada día los griegos amanecen con una protesta, con una concentración. Cada día recorre la calle una manifestación en contra de los recortes, de las subidas de impuestos, de la reducción de plantillas, del desempleo…, se deja sentir el drama que viven los ciudadanos.

Los innumerables palos sectoriales se suman a las seis huelgas generales durante el pasado 2011. Los griegos se sienten cada vez más enojados y angustiados ante un futuro sin esperanza. Más allá de las grandes cifras macroeconómicas, los griegos hacen cuentas y no les salen, su situación empeora. Ninguna de las medidas impuestas por el gobierno griego para ser merecedor del rescate financiero de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional han logrado poner punto a la crisis, es más, la terapia solo ha logrado que sea más profunda que hace un año y los griegos temen que desemboque en catástrofe.

Medios de transporte
La crispación y la presión estallan ante un nuevo retraso de los autobuses. Los que esperan en las paradas no entienden porque muchos pasan con el rótulo sin servicio y no paran. Sin transporte público, muchos atenienses ni pueden llegar a sus trabajos, cada vez más precarios, ni regresar a sus casas. Hay que estar atentos a las convocatorias de paros para no llevarse sorpresas ya que a lo largo de este año se han multiplicado las huelgas. Sin autobús, metro o taxi resulta difícil moverse por Atenas, una extensa ciudad con más de cinco millones de habitantes casi la mitad de la población de Grecia.

Mercados, centros de asistencia social y empleo
Un buen barómetro de la presión de la crisis son los mercados semanales en los barrios populares de Atenas. Antes la clientela se apresuraba a llegar a primera hora para conseguir los mejores tomates o fruta, ahora cada vez más espera a última hora cuando comienzan  a bajar los precios para conseguir lo más barato o, incluso, rebuscar entre lo desechado.

Otro barómetro son los centros de asistencia social donde cada día llegan más personas que quizá nunca hubieran pensado que necesitarían su ayuda. Sin embargo, otros han sucumbido a la desesperación. Entre las consecuencias dramáticas y alarmantes de esta crisis se encuentra el suicidio que se ha duplicado, sobre todo, entre los hombres de mediana edad.

Las oficinas de empleo están cada vez más concurridas, unos acuden con resignación, otros con indignación. El paro no deja de subir hasta casi el 17%, pero esta cifra oficial deja fuera el subempleo y la precariedad. Según Corina Vasilipoulos, periodista del diario Eleoutherotopia, hay un paro invisible porque hay mucha gente que tienen un salario o un trabajo fijo, pero su empresa tiene problemas económicos y tarda mucho en pagarles. Esta es una forma de paro muy sutil que no está en ningún documento oficial. Hay personas que están en paro desde hace años y que ya se han desesperado y han dejado de buscar trabajo y gente que de repente tiene que vivir con mucho menos de lo que recibía y, además, le piden cada día pagar más.

                       

Negocios
Basta con recorrer un barrio popular de Atenas para constatar esa caída económica y social que sufren los griegos. Los turistas no abarrotan las tabernas, ni tan siquiera llegan. Es la Atenas que nunca sale en la postal ni se menciona en las guías. Por sus calles se suceden los locales cerrados y los escaparates cruzados con los letreros que anuncian “se vende” o “se alquila”. Buena parte son pequeños negocios y familiares muy vulnerables a las subidas de impuestos y a una clientela en baja. Es el sector que más ha sufrido, hasta ahora, la crisis y su quiebra ha llevado al paro a más de 250.000 personas. Ni siquiera se salvan aquellos que venden productos básicos como, por ejemplo, las panaderías, cuyas ventas han bajado un 50% en los últimos meses.

El Gobierno
La decisión de ampliar el fondo de rescate y recapitalizar los bancos, que tomaba el Gobierno de Yorgos Papandreu a finales del mes de octubre del pasado año, fue un intento más por evitar la ruptura de la zona euro.
Esta iniciativa acordaba en Bruselas un recorte del 50% del valor de la deuda griega en manos de los bancos privados junto con un segundo rescate. Un respiro para Grecia y para la eurozona, pero los detalles aun estaban por cerrar y de ello dependía el compromiso definitivo de la banca.

Incertidumbre generalizada
En las calles domina el escepticismo y queda por ver si la reestructuración de las grandes cifras frenará la crisis. Nadie confía en que la ingeniería financiera se traduzca en la recuperación de su propia economía, ahogada por los recortes, los impuestos, la falta de trabajo y deudas particulares imposibles de pagar y que nadie rescatará.
Según sostiene el helenista y escritor Pedro Olalla, Grecia está inmersa en un plan de rescate al que se ha forzado y que se ha ejecutado sin transparencia, se le ha impuesto al país. A la vista de los resultados y de la evolución es una opinión cada vez más generalizada que se ha pensado para satisfacer a los acreedores y no para rescatar al pueblo.

Despidos
Los funcionarios y empleados de empresas públicas encabezan buena parte de las protestas y manifestaciones. Ya han sufrido recortes en sus salarios, pero saben que lo peor está por llegar, una reducción del 30% de la platilla que comenzará por enviar a la reserva a unos 30.000 funcionarios con un 60% de su salario, en caso de que no se recoloquen quedarán en la calle.

Además, son conscientes de que la mala imagen que tienen entre sus conciudadanos no es gratuita. La administración pública con crisis o sin ella necesita una reforma.

Impuestos
Los griegos se sienten cada vez más abrumados por nuevos impuestos, una tasa de solidaridad del 3% de su sueldo, un impuesto especial por la vivienda, un 23% de IVA… Sin embargo, alegan que no se toman medidas para atajar la gran evasión, una lacra reconocida junto con la corrupción.
Aris Hatzistephanou, periodista griego, reconoce que el gran problema de recaudación en Grecia es, en primer lugar, que la Iglesia, que es la gran terrateniente, no paga en absoluto impuestos, las navieras que poseen una de las mayores flotas del mundo tampoco pagan o pagan unos impuestos mínimos. Como ejemplo afirma que en el 2010 los armadores griegos pagaron unos 12 millones de euros de impuestos y los inmigrantes las tasas que tuvieron que abonar para su legalización ascendieron a unos 50 millones.

Jóvenes: generación desafortunada
La emigración es un comentario habitual entre los jóvenes y Australia, uno de los lugares de emigración griega en la posguerra, es uno de los lugares que más mencionan. Mientras se sienten incriminados y desconfían de Europa. La perspectiva pesimista de la generación de jóvenes mejor preparada de Grecia, la que como mucho puede aspirar a un salario de 700 euros al mes, protagoniza, semana tras semana, revueltas que sacan a la luz las heridas de la economía griega y que demuestran que los jóvenes que no encuentran futuro son un polvorín.

Indignados
La plaza Sintagma es el ágora de todo el descontento, del debate y discusión, de nuevos movimientos como los “indignados” y el “no pagamos” que rechazan los peajes y nuevos impuestos como el de la vivienda. Protestas de ciudadanos ante la imposición de medidas que consideran injustas y que ven que solo arruinarán su vida.

Fuente: www.cuatro.com y www.rtve.es

Laura C. Chiachio

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Erase una vez un segundo rescate

Hace ahora casi cinco años comenzaba la turbulencia económica más profunda y larga desde la Gran Depresión, pero nadie imaginaba entonces que no serían solo una sino varias crisis sucesivas las que sacudirían el sistema económico mundial. Algunos lo llaman ya la gran recesión. Primero cayeron entidades financieras que apostaron por hipotecas basura, luego la trama de una gigantesca estafa global basada también en ese juego y en mayo de 2010 el rescate de Grecia hacía saltar todas las alarmas. Le siguieron Irlanda y Portugal. Después de tanto sobresalto, la crisis se agudiza y las turbulencias financieras arrecian contra otros países como España e Italia. Hace casi cinco años los líderes mundiales querían transformar los mercados, ahora son los mercados los que condicionan la política. En medio de la tormenta Europa buscaba un difícil acuerdo de urgencia para sacar adelante el segundo plan de rescate a Grecia.

21 de julio de 2011, otro hito en la historia de la crisis. Los 17 líderes políticos del llamado Eurogrupo, los países del euro, se reúnen en Bruselas para buscar la solución de emergencia, para tratar de paliar el acoso de los mercados financieros a las economías, como la griega, que tienen serios problemas para pagar su deuda. La cuestión es que Europa creó el euro, pero no mecanismos de coordinación de las diferentes políticas económicas. Ahora hay una Europa a dos velocidades y sería necesario un sistema de gobernanza común que en este momento se ve difícil y lento de crear aunque imprescindible.

Días de inestabilidad e incertidumbre y una situación cada vez más compleja que parece imposible de contener es la tónica de la economía europea.

La tensión por la situación económica y las protestas por los ajustes siguen dejándose sentir en las calles de Atenas. La preocupación y la angustia se apoderan de los griegos aunque hay algún atisbo de esperanza.

La misma tarde del jueves 21 las expectativas positivas hacen que las bolsas reaccionen y remonten los números rojos de la semana anterior. Los mercados griegos abren con subidas y con esperanzas de que los dirigentes de la zona euro lleguen a un acuerdo para resolver la crisis de la deuda.





Las esperanzas se confirman y en un acuerdo de especial trascendencia los líderes del Eurogrupo aprueban un nuevo rescate financiero a Grecia hasta 2014 por valor de 109.000 millones de euros de dinero público más 50.000 que serán aportados por entidades privadas de forma voluntaria. Lo esencial es que se reducen los tipos de interés que tendrá que pagar Grecia hasta un 3,5% y se alargan los plazos en los que deberá hacerlo, los vencimientos más largos serán a 30 años.

El acuerdo que descarta establecer una tasa para los bancos también contempla, como se recogía en el primer borrador, que el Fondo Europeo de rescates pueda comprar deuda pública en mercados secundarios siempre que lo autorice el Banco Central Europeo. Supone un alivio, una inyección de confianza y credibilidad que necesitaban economías y ciudadanos europeos.

Europa buscaba una salida global a la crisis para evitar la fractura en la zona euro. Se diseñó un plan de recapitalización de los bancos y se amplió hasta un billón de euros el fondo de rescate a los países en apuros. Unas decisiones que miran muy de cerca a Grecia y evitan su colapso como Estado. El país y, con él, la eurozona, se salva de momento, con el acuerdo logrado por los líderes europeos. 

La reunión era decisiva y terminaba con la posibilidad de un Plan Marshall a la europea para la recuperación de Grecia. Las reacciones eran en general positivas, el nuevo plan para Grecia rebajaba la tensión, pero nadie era capaz de augurar lo que les deparaba a los mercados y a los países. Lo que sí que quedaba claro es que, también en materia de economía, solo la unión hace la fuerza.

Fuente: www.euronews.es, El País, www.efe.com

Laura C. Chiachio


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Cronología de la crisis económica griega

2009

-4 octubre: El socialdemócrata PASOK, de Yorgos Papandréu, gana con mayoría absoluta las elecciones anticipadas convocadas por los continuos escándalos del Gobierno conservador de Nueva Democracia (ND). Poco después se anuncia que el déficit dejado por los conservadores no es del 6 %, sino del 12,7 % del PIB.

-8 diciembre: Las agencias de calificación rebajan los títulos helenos a "bono basura" y se desploman la Bolsa y los bonos griegos.
 
2010

-5 enero: Grecia anuncia medidas para reducir el déficit público, a las que dará su visto bueno la Comisión Europea (CE).

-14 febrero: "The New York Times" revela que transacciones promovidas por el banco estadounidense Goldman Sachs permitieron a Grecia ocultar miles de millones de euros en deuda a las autoridades europeas.

-28 abril: Las dudas sobre la solvencia de Grecia (cuya deuda se eleva al 113 % del PIB) y el temor de contagio a otros países europeos arrastran al euro hasta mínimos en un año.

-2 mayo: La Eurozona aprueba un préstamo a Grecia de 110.000 millones de euros para el periodo 2010-2012, del que el FMI aportará 30.000 millones.

-4 y 5 mayo: Primera huelga general, de 48 horas, de los ocho paros totales que vivirá el país en 2010. Tres personas mueren en una sucursal bancaria atacada con bombas incendiarias.

-6 mayo: El Parlamento griego aprueba el plan de austeridad con recortes de 30.000 millones de euros en tres años y establece la edad de jubilación mínima en 65 años.






2011

-11 mayo: La UE y el FMI presionan a Grecia para que acelere las reformas para acceder al quinto tramo del préstamo aprobado en 2010. Atenas advierte de que, si no lo recibe en junio, quebrará.

-25 mayo: Miles de "indignados" comienzan a manifestarse contra la clase política griega y contra la UE y el FMI.

-17 junio: Evangelos Venizelos, hasta entonces ministro de Defensa y rival del primer ministro en el PASOK, se convierte en nuevo responsable de Finanzas.

-29 junio: El Parlamento aprueba con una ajustada mayoría el nuevo plan de austeridad y privatizaciones que exigen la UE y el FMI para desbloquear su ayuda. La deuda asciende ya al 153 % del PIB.

-21 julio: La Eurozona acuerda un segundo rescate a Grecia, pero las desavenencias entre los socios impiden su aprobación.

-2 octubre: Grecia reconoce que no cumplirá los objetivos marcados por la UE y el FMI y aprueba nuevas medidas adicionales de ajuste para ahorrar 6.600 millones de euros.

-19 octubre: Huelga general de dos días. Muere un sindicalista en los incidentes.

-27 octubre: La UE aprueba las condiciones del segundo rescate, de 130.000 millones de euros y una quita del 50 % de la deuda griega con la banca privada.

-31 octubre: Papandréu propone un referéndum sobre el plan de rescate y la UE decide bloquear los 8.000 millones de euros del sexto tramo del primer rescate ante la incertidumbre.

-8 noviembre: El Gobierno griego presenta su dimisión.

-10 noviembre: El exbanquero Lukás Papadimos es designado primer ministro de un Gobierno de coalición entre socialdemócratas, conservadores y ultraderecha. La deuda griega supera el 160%.

2012

-12 febrero: El Parlamento aprueba un nuevo plan de austeridad que incluye la rebaja del salario mínimo y la abolición de los convenios colectivos. Decenas de diputados gubernamentales abandonan sus partidos. La multitudinaria protesta contra el acuerdo culmina con 48 edificios incendiados, unos cien heridos y 130 detenidos.

-21 febrero: El Eurogrupo aprueba el segundo paquete de rescate, de 130.000 millones de euros, y la quita de deuda después de que el Gobierno anuncie nuevos recortes por valor de 3.300 millones.

-8-12 marzo: Grecia procede a la quita de parte de su deuda que supone la condonación de unos 100.000 millones de euros, aunque las pérdidas de los bancos serán financiadas con el segundo rescate.

-19 marzo: Venizelos dimite como ministro de Finanzas para liderar al PASOK en las elecciones.

-11 abril: Papadimos disuelve el Parlamento y anuncia la convocatoria de elecciones para el 6 de mayo.

Según informa EFE

Laura C. Chiachio

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Grecia hoy


Prácticamente dos años después de que todo empezara, la situación no ha cambiado mucho. Por el contrario, se suma cada vez con más fuerza a las escaramuzas entre los políticos y los mercados que caracterizan la crisis griega el desasosiego en las calles. La enésima huelga general en Grecia la protagonizaron, en esta ocasión, entre 10.000 y 20.000 manifestantes que protestaron en Atenas por otra ronda de despidos en el sector público, una poda adicional de sueldos, pensiones y demás tijeretazos propios de esta época. Ese descontento ha elevado la temperatura del gobierno del tecnócrata Lukas Papademos y la troika, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y El Fondo Monetario Internacional, no consiguieron cerrar un acuerdo para consagrar la nueva oleada de austeridad a cambio de un nuevo y multimillonario plan de ayudas. Los partidos griegos se resisten a tragar la amarga píldora, con los comicios a la vuelta de la esquina. Y Papademos se reunió de nuevo con la troika para intentar alumbrar un documento final, según fuentes políticas.

La incertidumbre está lejos de remitir. El Ejecutivo filtró un principio de acuerdo al atardecer con la troika, que llegaba después de incumplir media docena de fechas límite. El pacto, un leve indicio de que podía haber avances. Debía ser refrendado el pasado martes por socialistas, conservadores y ultraderechistas, los tres partidos presentes en el Ejecutivo. No hubo fumata blanca y las desavenencias forzaron a Papademos a posponer la reunión hasta el miércoles. Quedan cabos sueltos dentro de ese paquete de medidas para mantener las finanzas públicas bajo control y sin ese acuerdo la sombra de una suspensión de pagos en Grecia es alargada.

El habitual surtido de ultimatos procedentes de Paris, Berlín y Bruselas obliga a Papademos a convencer ya a los partidos de la necesidad de esa nueva cura de austeridad. Europa y el FMI exigen el apoyo sin fisuras de las tres formaciones del Gobierno para que las medidas no se desvanezcan tras los comicios de primavera. Pero en los pasillos del Parlamento, políticos de todo signo se desmarcan a diario de esas medidas para desespero de Papademos y de unos líderes europeos que dan la impresión de estar a un paso de perder la paciencia.

En febrero de este año se llevaron a cabo nuevas medidas fiscales que apuntaban más recortes. Tijeretazos de 1.100 millones en el sistema de salud; 300 millones en inversiones; 300 millones en defensa, además de una rebaja del 20% del salario mínimo (unos 750 euros en 14 pagas, lo que equivale a 875 en 12) y de un porcentaje similar para las pensiones superiores a 1.000 euros y se eliminó una paga extra en el sector privado. Como colofón, se despidieron 15.000 empleados públicos.

Francia y Alemania presionarán además para crear una cuenta bloqueada que garantice a los acreedores de Grecia el cobro de los intereses de la deuda. El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, ha expresado ya su apoyo a esa iniciativa, que llega tras una polémica propuesta alemana de crear la figura de un comisario fiscal europeo en Atenas.

La consolidación fiscal, el eufemismo preferido en Europa para tratar de suavizar recortes de todo tipo, es imprescindible para desencallar el nuevo rescate griego, vía préstamos internacionales por importe de un mínimo de 130.000 millones. Y eso a su vez es básico para cerrar la participación de la banca en la reestructuración de la deuda helena, ante la constatación de que la losa del abultado endeudamiento público (unos 350.000 millones) es demasiado pesada. Papademos también se reunió con el Instituto de Finanzas Internacionales, que representa a los acreedores privados en esta negociación, para informarles de los recortes.

A todo esto, la economía griega se encamina hacia el cuarto año consecutivo de recesión. Y frente a esas cifras, el Ejecutivo confía en llegar a un acuerdo necesario para que llegue dinero fresco a Atenas. El presidente de la Comisión, José Manuel Barroso reconoció que quieren que Grecia siga en la eurozona. Pero el peligro sigue al acecho. Por su parte, Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión, afirmó que la eurozona no se hundiría si dejase atrás a Grecia.

La banca anglosajona ha puesto ya cifras a la teoría de Kroes: las probabilidades de que esa salida del euro ocurra son del 50%, según un informe de Citi. Aunque no todo se reduce a números: el descontento en las calles no deja de aumentar. Y eso sí es alarmante.

Crisis viene del griego y significa volver a plantearse todo, tal vez no es casualidad que sea en Grecia, en la cuna de la cultura occidental, donde haya que empezar a pensar como reformar todo un sistema económico. Al fin y al cabo, Europa es también una palabra griega.
 

Fuente: El País, El Mundo, www.rtve.es

Laura C. Chiachio
 

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